República
Bolivariana de Venezuela
La
Universidad del Zulia
Facultad
de Humanidades y Educación
Escuela
de Educación
Licenciatura
en Educación Integral
Manejo y Prevención del Bullying a través
de la pedagogía sistémica
Guerrero María (ina.palmar@gmail.com)
Torres Yanela (yanela_torres@hotmail.com)
Vivimos un momento
socio-histórico complejo y
lleno de incertidumbre. Factores
como el proceso
de globalización y
los nuevos modelos
de empleo y
relaciones laborales, con
un trabajo cada
vez más escaso,
precario e inestable
y unos salarios
a la baja;
la crisis económica
y los cambios
en la estructura
productiva de la
sociedad, con el
incremento de las
desigualdades, la exclusión
y la pobreza
entre países y
clases sociales... están
transformando nuestro mundo y nuestra visión
y posición en
éste.
Con todas estas
circunstancias, no es
de extrañar que
la infancia actual
se enfrente a un mayor
número de dificultades para
madurar de un
modo sano y
completo. Es por ello que se
están viendo tantos casos de Bullying en las escuelas y fuera de ellas puesto
que los niños y niñas no están recibiendo la atención necesaria y ellos han
buscado una forma errónea de llamar la atención.
Si la
violencia escolar o Bullying se ha
convertido en objeto de estudio e intervención prioritario durante la última
década. La preocupación tanto de la comunidad educativa como de la sociedad
sobre los episodios de violencia en los centros educativos está incluso
anteponiendo la necesidad de su respuesta educativa a los procesos
instruccionales. El Bullying o maltrato entre iguales es un indicador de falta
de salud de la sociedad en la que está inserta la escuela, que por otra parte,
no hace ni más ni menos que reflejar los valores que imperan en aquélla.
Mas se ha convertido objeto de estudio el cómo
manejar estos casos y cómo prevenir su presencia dentro de nuestras aulas. Es muy alarmante que se vean casos de muertes
causadas por el Bullying a nivel mundial, lo que se traduce en un problema
social muy grande.
La
realidad nos indica que es un problema que tiene una larga historia en la
construcción de la cultura educativa. Lo que sucede es que en los últimos años
ha tenido una definición conceptual específica y, por otro lado, ha tenido un
impacto mayor por el aporte de las redes sociales y los medios de comunicación masiva. Quizá el punto
más interesante para pensar es que siempre ha habido situaciones de maltrato
compartido en las escuelas. Lo que sucede hoy, es que se publicita diferente y
las redes sociales hacen que se multipliquen las miradas sobre esta
problemática.
También es importante tener en cuenta que lo que sucede en las escuelas,
tiene una directa relación con la vivencia de la sociedad que la circunda. De
esta forma, las situaciones de violencia explícita aparecen como irrumpiendo en
la dinámica institucional en el marco de sociedades altamente expuestas a
diferentes experiencias de violencia (física, institucional, mediática, verbal,
etc.). Si analizamos el comportamiento de las sociedades en las cuáles se
insertan las escuelas donde se manifiestan con mayor crudeza las situaciones de
Bullying, podremos encontrar prácticas similares en otros ámbitos que conllevan
a un “modus operandi” que transciende a la escuela, y se inserta en las
prácticas cotidianas.
Un
aspecto importante a tener en cuenta es ponderar correctamente las situaciones
que se plantean en la dinámica institucional. No todas las situaciones que se
vivencia están encuadradas dentro de la definición de bullying. En este
sentido, lamentablemente la necesidad de generar un espectáculo que lleve a aumentar la cantidad de consumidores
de productos mediáticos, ha hecho que muchos medios de comunicación masivos
distorsionen las experiencias y las lleven a un campo que aparece, a la vista
de quienes los siguen, como terribles. Es fundamental sacarnos la mirada de
gravedad y abordar las situaciones desde la comprensión integral de las partes
involucradas.
En
cualquier grupo humano, cuando hay un excluido, se distorsionan los vínculos de todos los
integrantes, generando un desorden en las relaciones que llevan a vivenciar experiencias
desgraciadas que afectan a todo el
sistema.
Es
por ello que la forma más efectiva de ayudar a los docentes, niños y comunidad
a manejar esta situación es trabajando con la pedagogía sistémica puesto que la
misma va a permitir espacios de reflexión conjunta, donde cada uno/a pueda
expresar que siente, qué necesita y qué desea. No solo a nivel de los niños si
no también a nivel de padres, docentes y comunidad.
La
sistémica permite la formación de los infantes y adolescentes con una clara
fijación de límites para construir un espacio de crecimiento delimitado y
claro. Cuando los límites desaparecen, es cuando se confunden la relación entre
los vínculos. Aclaro que no significa poner límites estrictos o sin fundamento.
No es “volver a la mano dura” como muchas veces se escucha cuando aparecen estos
casos. Se trata de límites relacionados con cada edad, que permita un
crecimiento sano. Es aquí donde el docente con ayuda de la sistemíca ayuda a
mejorar las relaciones entre las familias y abordar así todos los problema en
que ella se encuentre..
Muchas veces observas en los niñoss/as y adolescentes que viven la
triste experiencia de “hacer lo que quieren”, con la consecuente sensación de
vacío implícita, dado que no tienen herramientas ni experiencia para decidir
qué hacer.
Como
un consejo especial para los padres y maestros lo mejor es dialogar, escuchar,
comprender, disentir sin confrontar, poder mirar las diferencias sin que genere
contraposición, son todos ejercicios que se pueden vivenciar en todos los
espacios, tanto en la escuela como en el hogar.
Nunca hay que olvidar
Cuando estas cosas suceden, gana toda la
sociedad completa, porque construye ciudadanos responsables con sus propias
experiencias y decisiones.
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